Aún recuerdo como si fuera ayer como empezó para nosotros esto del básquet. Los niños, unos renacuajos que no levantaban un palmo del suelo, no sabían ni botar la pelota. El Jordi con muuucha paciencia y muchos juegos lograba día tras día que lo hicieran mejor. Recuerdo aquellos petos que les llegaban por debajo de las rodillas... pero bueno, pasó el tiempo, crecieron un poquito y llegó la hora de pasar a entrenarse con el Boss, con el Jefe,... contigo Xavi.
Algunos niños, acostumbrados a la calma del Jordi, se asustaban con tus gritos y no querían jugar. No sabían lo que les quedaba por oír: ¡¡¡¡David!!!!, ¡¡¡Juan ¿no defiendes, nen...?, León,¿a que jugamos?, Va, nen...., ¿cojo yo el rebote?.....
Poco a poco, aquello empezó a parecer un equipo y por tanto empezamos a competir...¡Y a ganar!
Y así se inició una aventura que ha durado hasta hoy. Año tras año, temporada tras temporada hemos pateado infinidad de pistas de básquet. Nos hemos enfrentado a innumerables “problemillas”. Hemos pasado de tener dos pabellones a ser casi unos “homeless”, a entrenar en el parque, a tener jugadores que competían al mismo tiempo en varias categorías... pero a pesar de todo hemos conseguido unas cuantas copas.
Todos, padres, madres, abuelos, abuelas, hermanas…hemos vivido cada partido con emoción. Hemos pasado mucho frío (aquellas tardes-noches de invierno en que doblábamos...), hemos gritado mucho aunque no tanto como tú, nos hemos emocionado y también hemos sufrido aunque seguro que tú lo has pasado peor.
Por todo esto te vamos a echar mucho de menos Xavi. Porque no sabemos si este equipo, tu equipo, va a encontrar otro entrenador tan entregado, al que le apasione tanto lo que hace, que le dedique tantas horas. Contigo no había horarios, se entrenaba cualquier día, excepto los domingos porque no te dejábamos. Les has enseñado a esforzarse, a superarse, a ver que el esfuerzo tiene su recompensa, a poner pasión en lo que hacen. Ojalá la mitad de los maestros y entrenadores que van a encontrar estos niños en su vida tuvieran tanta vocación como tú.
Así que a partir de ahora, sólo podemos desearte lo mejor y darte las gracias por todos estos años y por esas copas, y por todo lo que le has dado a tu equipo. Para ellos será un bonito recuerdo toda su vida y para nosotros, las familias, también. Porque lo hemos pasado muy bien y eso es lo que importa.
Gracias Xavi.
1,2,3....PARDO....